Las acciones del universo están determinadas por la dinámica del intercambio, "dar y recibir" y los diferentes aspectos del flujo de energía en el universo. Con nuestra voluntad de dar, apoyamos la abundancia.
El hecho es que es muy fácil de practicar la ley del regalo: Si quieres ser feliz, haz felices a los demás, si quieres amar, aprender a dar amor, si quieres atención y el reconocimiento, aprende a prestar atención y reconocimiento, y si quieres abundancia material, ayuda a otros a conseguir lo que quieren. De hecho, la forma más fácil de conseguir lo que quieres es ayudar a otros a conseguir lo que quieren. Este principio funciona igual para los individuos como para corporaciones, asociaciones y naciones. Si quieres disfrutar de todas las cosas buenas de la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos por todas las cosas buenas de la vida.
Incluso la idea de las donaciones, la idea de una bendición o una simple oración tiene el poder de influir sobre los demás. Esto sucede porque nuestro cuerpo, si lo reducimos a su esencia, es un conjunto localizado de energía e información en el universo. Somos gruposlocalizados de la conciencia en la conciencia del universo. La palabra "conciencia" implica mucho más que energía e información - se trata de energía e información que la vida toma en forma del pensamiento. En consecuencia, somos conjuntos de pensamiento en un universo pensante. La idea tiene la fuerza que transforma.
La vida es una eterna danza de la conciencia que se expresa en un intercambio dinámico de impulsos de la mente entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo del universo, entre la mente humana y la mente cósmica.
Cuando se aprende a dar lo que tiene, se activa la danza y añade a su propia coreografía, llenándola movimientos llenos de vida, energéticos, comprometidos, que forman el ritmo de la vida eterna.
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