Como undécimo signo del zodíaco, Acuario representa la undécima etapa en la evolución del hombre y su lugar en el universo. En Acuario, la individualidad del hombre tan cuidadosamente alimentada en Leo, ahora se convierte en parte de un espectro social mayor en su conjunto. Capricornio establece la estructura y las reglas de la sociedad, y Acuario asume el papel de hacer que las organizaciones de la sociedad funcionen tal y como estaban destinados a ser.
Los Acuario son los "hombres de la organización" originales del zodíaco. Su orientación social, la lealtad, la imparcialidad y la objetividad son razones por las que tienden a atraer a muchos amigos y conocidos de la vida. A pesar de que no están por encima de querer vivir bien, muchos acuarianos están más interesados en las personas que en la acumulación de riqueza o en asumir las responsabilidades que invariablemente acompañan tal estilo de vida. Cuando no se pueden permitir algunos lujos racionalizan, en primer lugar, por qué no lo necesitan.
Los Acuario son tercos y se resisten a cambiar de opinión o aceptar nuevas ideas que no les gustan o con los que no están de acuerdo. Los grandes cambios en la vida se aceptan como un desafío, pero los pequeños cambios que les apartan de sus planes no los toleran muy bien. El símbolo astrológico de Acuario es la figura de un hombre vertiendo agua. El agua se ve como conciencia colectiva de la humanidad. Representa el Acuario como difusor del espíritu de la humanidad.
Muchos acuarianos, en sintonía con su herencia celestial, son idealistas que defienden los más altos principios a los que puede aspirar la humanidad. Sin embargo también son pensadores muy independientes. Cuando se enfrentan con las demandas autoritarias o principios dogmáticos que no suscriben, se rebelan. Es posible que dude en tomar la iniciativa a veces, pero una vez que deciden una situación o idea que vale la pena, se in