Pero finalmente, ¿por qué los hombres tienen tanta necesidad de conocer el mañana? Creo que una de las razones de esta necesidad es el gran vacío que sentimos por dentro cuando nos fijamos en el cielo. Este vacío fue causado por la "caída", la salida del Paraíso. Al precipitar la materia (aquí en el planeta Tierra) para "ganarse el pan con el sudor de la frente", el hombre se sintió amenazado por el mañana del cual ya no tenía más información ni poder para controlar. Entonces comenzó a buscar respuestas a sus preguntas interiores en el cielo, mirando las estrellas y los planetas.
Los griegos consideraban a los eventos terrenales como causados por los dioses y no es por casualidad que la astrología ha dado sus nombres a los planetas de nuestro sistema solar. La astrología de los caldeos era predominantemente cósmica: el foco de la duda no era el hombre, sino los acontecimientos de la tierra. Es decir, que nuestros ancestros querían predecir los desastres, las cosechas abundantes o invasiones de plagas y guerras, etc. y buscaron las predicciones en el cielo. No les preocupaban en examinar la carta natal de una persona. No fue sino hasta el siglo 18 que el hombre comenzó a convertirse en el centro de estudios astrológicos. Sin embargo, la astrología ha quedado relegada a un "arte menor", ya que en el universo mecanicista no había necesidad de un vínculo de conexión entre los Astros y el Logos.
Hoy en día llamamos "mapa de elección o mapa electivo" a la predicción que hacemos para iniciar un negocio, comprar una casa, el lanzamiento de un producto, con motivo de la fecha de un evento social como una boda o incluso programar una cesárea para el nacimiento de un niño. El astrólogo se dirige ahora al individuo y no más al gobernante de una nación. Y así, el horóscopo se ha convertido en algo que todo el mundo consulta - incluso los que juran que todo esto es una tontería-. Yo diría que de una manera muy especial, el horóscopo