Además puede profundizar o incluso cambiar nuestra primera impresión sobre el creador de la escritura analizada.
Cuando analizamos hay que distinguir entre la organización del movimiento y el orden o uso del espacio. Hay que actuar de la misma manera a la hora de observar los dibujos. Se miden uno por uno los elementos como la zona central, superior e inferior, los lazados, signos de puntuación, comas, tachones, etc..
Para una medición precisa se toma en cuenta también la margen, pues viendo su forma recta o alborotada, nos da una idea de que tan ordenado o lógico es su creador. El desorden o alborotamiento de los elementos micro y macro, puede referirse al estado agitado e inquieto, de la persona. Sin embargo refleja una cierta flexibilidad en la personalidad, nos indica que esa persona es abierta a las novedades y se adapta con facilidad.
Confrotando una serie de pruebas de la escritura se puede analizar el ritmo de trabajo. Es importante, puesto que no todos somos aptos para por ejemplo un cargo dirigente. Nos sirve como consejero en la elección de una carrera. En fin basándose en estos examenes se puede sacar un cuadro completo de la personalidad de uno.
¡Enséñame tu dibujo, y te digo quién eres y en qué piensas!
Los dibujos o incluso los garrapatos complejos nos pueden delatar muchas cosas de tu personalidad. Los sentimientos y la imaginación modifican el dibujo, en lo cual se ve tu vitalidad y tu humor actual. En el análisis del dibujo todo tiene importancia: la calidad de las líneas, el acomodamiento de tu dibujo en la hoja, los colores que usas y en sí lo que dibujas. Podemos deducir enfermedades también, pero sería un error basarse simplemente en ello.
El dibujo es la manifestación actual del conscinete y el subconsciente. Se revela además como te relacionas contigo mismo y con los demás.