Quién no ha sufrido de este mal seguramente conoce a alguien que lo ha sufrido. La depresión no es una enfermedad del mundo moderno, ya que tenemos registros históricos de personas que llegaron al suicidio debido a este problema. La época romántica está llena de ejemplos de este tipo. El término Romántico se refiere al movimiento estético que se inició entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, y a una tendencia idealista y poética de ver el mundo, que es la meta sin sentido. Del mismo modo, para la persona Romántica los valores de las fuerzas creativas del individuo y de la imaginación se basan principalmente en una sola visión distorsionada del mundo real. Por lo tanto, los románticos serían más propensos a sufrir de delirios y por lo tanto depresión. Muchos llegaron al suicidio, acto extremo que indica que la vida dejó de tener efecto y la persona pierde la voluntad para perseguir sus sueños.
Pero incluso aquellos que no vienen a cometer actos extremos, pueden llegar a un punto de la depresión en el que pierden incluso la voluntad de vivir. Yo no soy médico y por eso no voy a discutir aquí las definiciones de lo que se considera un trastorno psiquiátrico y se caracteriza por la pérdida del placer en las actividades diarias, una especie de apatía que provoca incluso trastornos del sueño, el apetito y el interés sexual. Como ya he dicho, el punto final de este trastorno puede causar una persona a cometer suicidio, al igual que el famoso pintor y genial Vincent Van Gogh (que por cierto sufría de depresión mental grave). Pero no debemos confundir esta enfermedad con la simple tristeza o el dolor causado por una pérdida temporal, el duelo, o la frustración del amor. Los síntomas de depresión son mucho más graves, se extienden indefinidamente, evitando la reacción de la persona y por lo tanto necesitan atención médica.
En mi opinión, hay factores psicosociales, los factores biológicos, factores físicos externos (tales c